Se encuentra Vd. ante la imagen de la Pura y Limpia Concepción de la Santísima Virgen María, Titular de la Hermandad del mismo nombre.
La talla data de mediados del Siglo XVII, de autor desconocido aunque se le atribuye a Pedro Duque Cornejo (1678-1757). La Virgen fue Coronada Canónicamente el 6 de diciembre de 2000 por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal-Arzobispo de Sevilla, D. Carlos Amigo Vallejo, y porta una réplica de la Medalla de la Ciudad, concedida en diciembre de 2001 por el Excmo. Ayuntamiento de Sevilla.
A los pies de la Virgen de la Pura y Limpia se encuentra una Reliquia del Papa San Juan Pablo II, quien el 13 de junio de 1993 se postró y oró ante esta imagen que presidió el Altar de la Statio Orbis en la clausura del XLV Congreso Eucarístico que tuvo lugar en Sevilla.
Los orígenes de la Hermandad son inciertos. La devoción por la Inmaculada Concepción de la Virgen María surgió espontáneamente entre las gentes que poblaban y transitaban por el entorno del Postigo del Aceite, punto de encuentro de personas de diverso origen y de acceso de éstas a Sevilla, a las lejanas tierras españolas de América y a la más cercana Comarca del Aljarafe.
Este sentir popular, nacido del espíritu mariano y concepcionista propio de Sevilla, cobró, en cierto modo, forma institucional a partir de un grabado de la Virgen María que, con fecha incierta, se colocó en esta Capilla. Dicho grabado mostraba una imagen de la Virgen orlada por una ráfaga, siguiendo los modelos iconográficos marianos predominantes en la Sevilla de finales del Siglo XVI.
En el Siglo XVIII comienza a existir una Corporación Inmaculista, como lo demuestra la lápida anexa a la Capilla, fechada en 1727, en la que el Arzobispo D. Luis de Salcedo y Azcona concede cuarenta días de indulgencia “a los fieles que rezaren una Salve a la Pura Concepción”, y otros cuarenta días a los que dieren limosna para “el culto de la Divina Señora, y rezaren por el estado de nuestra Santa Madre Iglesia”.
En 1753 dicha Corporación contrata con Juan José González la realización del retablo en el aparecen los símbolos iconográficos de la Pureza y Sabiduría de la Virgen María: el Sol, la Luna, la escalera, el espejo y la fuente. En estas fechas se encargaría también la talla de la Virgen de la Pura y Limpia Concepción de María Santísima que sustituyó al primitivo grabado y que actualmente preside el altar de esta Capilla del Postigo del Aceite.
Las primeras Reglas de la actual Hermandad de la Pura y Limpia Concepción de la Santísima Virgen María fueron aprobadas entre 1761 y 1778 por el Sr. Provisor del Arzobispado de Sevilla, y ratificadas por el Real Consejo de Castilla en 1795. En ellas se establece la Festividad anual de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre, y la principal característica de esta Corporación desde sus inicios: dar culto y honrar a la Santísima Virgen en el Misterio de su Concepción Inmaculada.
Desde entonces, y hasta nuestros días, los hermanos, vecinos, devotos y transeúntes que pasan por el Postigo del Aceite tienen por costumbre ofrecer una limosna para contribuir a sufragar los gastos de mantenimiento de la Capilla y atender, junto con Cáritas Diocesana, a los más necesitados.