REFLEXIONES DE UN CURSO PLENO

13 Jun REFLEXIONES DE UN CURSO PLENO

El pasado viernes celebramos el cierre de curso de una forma especial y relevante, con la celebración de una especial eucaristía en la que juraron numerosos hermanos que habían solicitado previamente su admisión en la Corporación, en una jornada que supuso un entrañable día de despedida y convivencia.

Ahora toca turno de hacer balance. Es momento de mirar la vista atrás, de ver en que se ha mejorado la Hermandad y en que nos hemos confundido para que el próximo curso sea aún más próspero y fecundo en el seno de nuestra comunidad de fieles. Todo análisis es recomendable, sin alharacas y con el ánimo de proyectar una Corporación que mira al futuro con optimismo y recorrido.

Dicho análisis, además, nos compete a todos sin excepción, empezando por el Hermano Mayor y Junta de Gobierno, que, sin duda, son quien tienen que llevar el empuje y timón, ofreciendo la posibilidad de acercar la Hermandad a todos con espíritu de servicio y sacrificio, para reflexionar sobre si hemos realizado todo el esfuerzo posible y buscando nuevas alternativas para hacer crecer la Hermandad en todos sus aspectos. Pero también le toca al hermano de a pie, quien deberá de hacer un ejercicio de conciencia, de manera personal, sobre cuanto ha aportado a su Hermandad durante el curso finito.

El pasado año, la Corporación no tuvo tiempo para ahondar en esta reflexión. Pocos meses llevaba la nueva Junta de Gobierno y, aunque empezaban a surgir los proyectos, no hubo trayectoria de análisis suficiente ante los cambios que se querían emprender.  El momento es aquí y ahora.

Quizás no somos conscientes del paso tan importante al frente que ha dado la Corporación. El curso empezó con una apuesta fuerte, bendiciendo la nueva Casa de Hermandad. Un anhelo de muchísimos hermanos de la corporación que no tenían a donde acudir ni para trámites administrativos, ni para convivir con sus correligionarios, ni para sentir un espacio vital que te hiciera participe de la comunidad. Una apuesta arriesgada económicamente para una Hermandad de las dimensiones de la Pura y Limpia, pero que ha resultado tan necesaria como fructífera.

Así mimo, desde el inicio nos propusimos abrir una vez a la semana la Capilla. Numerosísimas son las muestras de afecto y cariño de cientos de sevillano que nos manifestaban su sorpresa de encontrar la Capilla abierta, para acercar a la Pura y Limpia a la ciudad.

Igualmente quisimos de alguna manera realizar un acto de culto semanal y ante la dificultad que encontramos en las dimensiones de nuestra Capilla, teniendo que marchar lejos de la presencia de nuestra Titular, para poder celebrar Santa Misa, creímos oportuno instaurar el rezo del Ángelus todos los sábados, medida que fue de las primeras tras la toma de posesión de la Junta de Gobierno.

La presencia de la Hermandad en actos del Consejo de Cofradías, sección de gloria y hermandades allegadas ha sido notable, aunque sin duda hemos tenido buenos maestros, ya que nuestros predecesores siempre han hecho una labor institucional importante. No obstante, la presencia de la Hermandad corporativamente en representaciones, procesión de impedidos del Sagrario, Corpus Christi, etc… se ha visto incrementada de forma notable, como igualmente ha pasado con nuestros cultos y nuestros cortejos procesionales.

Uno de los aspectos más destacados ha supuesto el incremento de nuestra nómina de hermanos, como se puso de manifiesto el pasado viernes. Los datos de la Hermandad son espectaculares, con un crecimiento superior al 21% en poco mas de un año, datos que sin ánimo de sacar pecho, supone un rotundo éxito para cualquier hermandad de gloria de la ciudad.

Un avance muy importante hemos alcanzado en materia de comunicación. La proliferación de la Hermandad en internet, con una presencia diaria en redes sociales y con el sistema de envío de información de nuestra página web, hace que no solo la Hermandad pueda llevar su día a día a todos los hermanos, sino que además alcance a cientos de personas que no pertenecen a la Corporación y que hasta ahora no tenían apenas contacto con la misma.

Pero aunque tengamos suficientes motivos para sentirnos satisfechos, la realidad nos dice que queda un mundo por hacer. La Hermandad tiene ante si el reto de llevar a cabo un sin fin de proyectos que hasta ahora no se habían abordado. Hay que redoblar los esfuerzos en Caridad, Formación, Vida de Hermandad y continuar dando pasos al frente en un patrimonio que nos haga depender de nosotros mismos para afrontar los cultos de la Pura y Limpia Concepción.

Queda todo por hacer, tanto, que para ello necesitamos la ayuda de cada uno de vosotros. Ahora que viene el periodo estival, entre paseos y descansos es el momento que reflexionemos y en un ejercicio de conciencia, libre y personal, meditemos en la forma que podemos ayudar a nuestra Hermandad. Que seamos sinceros con nosotros mismos, para que averigüemos si de verdad estamos ofreciendo lo que está al alcance de nuestra mano.

Una vez clausurado el actual curso, tomemos un necesario descanso que ha de servirnos para coger impulso y empezar en septiembre un nuevo proyecto, con más fuerza e ilusión si cabe, para mayor gloria de la Pura y Limpia Concepción del Postigo del Aceite. Que así sea.