POSTIGO DE CUARESMA

03 Mar POSTIGO DE CUARESMA

Se nos escapa de las manos. Con la rapidez de los días, la pared de la Capilla encuentra más horas de luz con la que refugiarse de la humedad del Arenal, esa antigua Resolana de Sevilla a cuyo corazón llegaban los buques reales para descansar en esa joya arquitectónica que los intereses particulares de administraciones y empresas se empecinan en seguir dejando abandonada.

Mitad de la cuaresma se ha caído ya del calendario y el barrio se viste de bonito para sus mejores días. Los Toneleros perfilan la madera de su maravilloso misterio para encontrar en Sevilla sus Tres Necesidades. Cirios azul baratillo se apilan a la vera del coso maestrante, allí donde tantos y tantos maestros encendieron  sus velas para iniciar una estación de penitencia entre pitones, mientras que un río morado, corre desde Pavía hasta Dos de Mayo para alcanzar las Aguas salvadoras del costado de Cristo

Con la manía irremediable del ser humano en etiquetarlo todo, hay quien piensa aún que esa coqueta Capillita que daba la bienvenida y despedía a los viajeros que cruzaban el Postigo del Aceite no despierta hasta Pascua de Resurrección, cuando las flores de mayo empiecen a llamar a la puerta. Obviamente, se equivocan.

Si somos una Hermandad de Gloria es porque como cristianos hemos conocido la penitencia. La cuaresma también se vive en el Postigo. En cada sábado que rezamos el Ángelus para pedirle perdón al Señor a través de María, en el peregrinar de nuestra Hermandad para alcanzar las indulgencias del Año Jubilar de la Misericordia, en cada día de limpieza para que nuestra Amantísima Titular reciba a tantos y tantos hijos que vienen a cruzar el Postigo cada Semana Santa.

Hay muchas formas de prepararse para revivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo y nosotros continuamos con aquel legado de prepararnos para la buena nueva a través de la Pura y Limpia Concepción, tal y como defendió la Sevilla Inmaculista hace más de 150 años.

Así es,  los hermanos de la Pura y Limpia también estamos llamados a vivir la cuaresma con la misma preparación cristiana que el resto del barrio. Si la penitencia es la senda hacia la Resurrección, no cabe duda de que el Postigo es la puerta cuaresmal que abre el camino hacia la gloria.

Y todo a falta de dos semanas, mal contadas. Ave María Purísima.