13 Dic CRÓNICA DE LOS CULTOS EN HONOR A LA PURA Y LIMPIA DEL POSTIGO DEL ACEITE EN EL 2019.
Cuando el aequusnoctium otoñal comenzaba a enfilar su fase final, la Hermandad de la Pura y Limpia se dispuso a hacer realidad sus tradicionales actos y cultos en honor de la Venerada Titular que da sentido a su ser y hacer.
Comenzaron el sábado 23 de noviembre con el traslado en andas de la elegante y delicada talla atribuida a Duque Cornejo desde su sede canónica, la emblemática y popular Capilla del Postigo del Aceite, hasta el Convento de la Encarnación, enclavado en pleno corazón del entorno monumental de Sevilla.
En la Casa de las Reverendas Madres Agustinas Concepcionistas, predicaron, durante nueve días (del 27 de noviembre al 5 de diciembre) los Rvdos. PP. D. Jaime Conde Vaquero, D. Luis Gaisse Fariña y D. Borja Medina Gil-Delgado, quienes disertaron sobre sobre las virtudes de la Santísima Virgen María, las dificultades sociales que como mujer de su tiempo tuvo que soportar y el sentido de su presencia: ser Luz.
La noche del 5 de diciembre, la Pura y Limpia volvió a ser traslada en andas, esta vez a la Catedral, para que fuera dispuesta en su paso procesional de cara a los solemnes actos de la Función Principal de Instituto y de la Procesión del día siguiente. La Función Principal tuvo lugar en la Capilla Real y estuvo presidida y oficiada por el Vicario General de la Archidiósesis de Sevilla, Rvdo. P. D. Teodoro León Muñoz. También oficiaron la Santa Misa el Rvdo. P. D. Manuel Cotrino Bautista, Párroco del Sagrario de la S.I.C. y Director Espiritual de la Hermandad, el Rvdo. P. D. José Francisco Durán Falcón, Delegado Diocesano de la Pastoral Juvenil, y el Rvdo. P.D. Luis Gaisse Fariña, Capellán del Colegio de Fomento Tabladilla y Predicador en la Novena.
A las 17:30 horas salió por la Puerta de Palos el cortejo procesional de la Pura y Limpia que este año contó con en la Presidencia con la presencia de sendos representantes de la Real Maestranza de Caballería (Madrina de la Coronación Canónica de la Virgen y Hermana de Honor de la corporación) y de las Fuerzas Armadas (concretamente del Arma Infantería, cuya Patrona es la Inmaculada Concepción). Este año el cortejo cambió de itinerario, y la Hermandad se adentró en su Barrio del Arenal, visitando a las Hermandades vecinas del Baratillo, de la Carretería y de las Aguas. Finalmente, a las 20:30 horas, el cortejo volvía a entrar en la Catedral por la Puerta de San Miguel.
Una vez más, como viene haciendo año tras año, la Pura y Limpia arrojó su luz sobre los sevillanos que salieron a verla, y les recordó que la cercana Navidad no es sencillamente una fiesta de luces artificiales, cantos, copiosas comidas y regalos, ni uno de los momentos del año en que el Sol da la máxima diferencia entre el día y la noche. Con su simple presencia en las calles, la pequeña Virgen del Arco del Postigo anunciaba la proximidad de la Esperanza, la Paz y el Amor porque en breve se celebraría el nacimiento del Hijo de Dios de su inmaculado vientre.
Al día siguiente, la Pura y Limpia volvió a presidir el altar de la Vigilia de la Inmaculada; tras finalizar, miembros de la Pastoral Juvenil la trasladaron hasta su Capilla donde fue colocada en el sencillo y elegante altar dispuesto para el Besamanos. Como es tradicional, al iniciarse el 8 de diciembre (este año, segundo Domingo de Adviento), se realizó el Acto de Salutación a la Virgen con el rezo de la Salve y, posteriormente, las Tunas le ofrecieron sus canciones y adornos florales.
Cuando el Sol empezaba a calentar la gélida mañana, se abrieron las cancelas de esa Capilla “que es maqueta de catedral”, como la definió Enrique Henares en el “Introito” de su Pregón de Semana Santa, con objeto de iniciar el Solemne Besamanos. Numerosos fueron los hermanos, devotos, fieles y visitantes varios que pasaron ante la majestuosidad y sencillez de la Divina presencia de la Pura y Limpia del Postigo del Aceite. Un año más, el Coro de la Catedral le dedicó unos motetes, se le rezó el tradicional Ángelus a la hora convenida y la visitó la Banda de Cornetas y Tambores de Ntra. Sra. del Sol que interpretó los “Laudes a la Pura y Limpia”, versión musical de Bernardo del Toro y adaptación de Álvaro J. Rufino, de los versos de la redondilla que Miguel Cid escribió en 1624: “Todo el mundo en general”. Como colofón, ya en las postrimerías del Besamanos, el Coro Madre de Dios interpretó una serie de villancicos tradicionales. Clausuró la jornada el Rvdo. P. D. José Francisco Durán Falcón, tan vinculado a la Hermandad y muy querido por sus hermanos.
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