09 Mar EL CARIÑO Y GENEROSIDAD DE LA HERMANDAD DEL BARATILLO
Anoche, en la Casa de Hermandad de la Pura y Limpia se celebró un íntimo y sencillo acto de confraternización entre los miembros de las Juntas de Gobierno de las Hermandades del Baratillo y la Pura y Limpia, que no vino sino a remarcar las buenas relaciones y el mutuo afecto que se tienen ambas Corporaciones del Barrio del Arenal.
Hace ya bastantes meses de aquella tarde en la que el Hermano Mayor del Baratillo, Don José Ignacio Arce Ríos, quiso invitar a nuestro Hermano Mayor a un acto del barrio del Arenal, con el objeto de manifestarle una decisión tan grata como inesperada.
La Hermandad del Baratillo, consciente de nuestra humildad, quería tener un bonito gesto con la Pura y Limpia del Postigo, con ese espíritu que debe imperar entre las hermandades penitenciales y las de gloria, salvando absurdas distancias y poniendo manifiesto el cariño y el respeto de ambas instituciones centenarias. De esta manera y desde la devoción inmaculista que igualmente se respira en los aledaños del coso baratillero, anunciaron querer ofrendar a Pura y Limpia con las flores que utilizara en sus cultos de diciembre.
Así fue, como nuestra Sagrada Titular estuvo perfumada en sus anuales cultos por el aroma del baratillo, acompañada siempre por el amor filial de quienes en la calle Adriano se visten de azul añil para repartir Piedad y Caridad por la ciudad de Sevilla.
Una muestra de cariño, de hermanamiento y, porque negarlo, de protección de la corporación más numerosa y populosa del barrio con la más pequeña. Un gesto que va mucho mas allá de un mero regalo, de una simple ofrenda a la Virgen, sino que pone de manifiesto la esencia de un barrio, el cariño de nuestros hermanos baratilleros y el celo con su hermana del Postigo.
Un ejemplo a seguir, sin duda, para las relaciones que deberían existir entre las hermandades de penitencia y letíficas, que a fin de cuentas persiguen el mismo fin para mayor gloria de la Iglesia de Sevilla, de recíproco respeto, ayuda, colaboración y hermanamiento, que suponen valores tan católicos como necesarios entre nuestras instituciones, más aún en los tiempo que corren.
Por todo ello, en el día ayer la Hermandad de la Pura y Limpia quiso tener un, tan merecido como necesario, gesto con la Corporación Baratillera, para recibirlos en íntima convivencia y hacerles entrega de una pintura de nuestra Titular, concebida por el artista Don Luis Morón Morillo, para que María Inmaculada, además de estar presente, también se haga visible en algún rincón de tan querida casa, dentro de esta fraternal unión entre ambas hermandades.
Además, es justicia agradecer públicamente la generosidad de nuestra querida Hermandad del Baratillo para con la Pura y Limpia Concepción y que ha dado lugar a estos lazos de unión entre dos corporaciones, que más allá del afecto mutuo existente, supone una importantísima carga catequetica entre hermanos y cristianos.
Es bonito imaginar, que a buen seguro que la Pura y Limpia estará ya contando las horas de este tiempo cuaresmal, para poder agradecer el gesto a sus Hermanas Baratilleras, el próximo Miércoles Santo en el Postigo del Aceite.
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