UN CAMINO RECORRIDO

02 Jun UN CAMINO RECORRIDO

Hace una semana exactamente, esta ciudad vivió su centenaria mañana de Corpus Christi configurada ya como fiesta grande de la ciudad como bien señala su multitudinaria víspera, en ese acompañamiento sincero a Jesús Sacramentado por las calles de la ciudad bajo la majestuosa custodia de Arfe.

Una semana, no más, que los hermanos de la Pura y Limpia Concepción nos unimos para procesionar en comunidad en una de las representaciones más numerosas que se recuerdan en la Corporación. No en vano, dos miembros del equipo de organización de la procesión, en quienes delega el Cabildo Catedral, tuvieron a bien manifestar a un servidor la alegría de ver la nutrida representación de la Hermandad de la Pura y Limpia del Postigo, cargada a su misma vez de savia nueva y juventud. Algo de camino parece que hemos recorrido.

El romero regala el olor a su ciudad mientras los Niños Carráncanos anunciaban la llegada de la extensa comitiva sacramental, en una de las estampas de mayor plasticidad de la ciudad. El camino de la vida de Hermandad, por contra, encuentra mayores escollos e ingratitudes curso tan curso; más para una Hermandad de gloria tan humilde como sencilla, que su único anhelo es devolver a la Pura y Limpia Concepción todo lo que ella nos regala en el día a día.

Sea como fuere, estamos en el camino correcto. Gota a gota, paso a paso, la Hermandad ha crecido, se ha rejuvenecido y aportado su mejor cara en cada acto institucional. poniendo siempre por delante la espiritualidad y la devoción sincera en cada momento.

Queda un mundo, mucho por hacer y altas cotas que añorar, pero el mejor impulso lo encontramos cuando miramos la vista atrás y comprobamos que ya llevamos un buen camino recorrido por la senda correcta; y no es cualquiera vereda, sino el camino que nos lleva a Jesús Sacramentado y a su bendita Madre María Inmaculada.

Cada acto es una nueva oportunidad para unirnos aún más en comunidad, para tomar fuerzas renovadas y poner sobre la mesa nuevas ideas y proyectos que devuelvan a una actividad en consonancia con su importancia histórica y con el cariño a la advocación que veneramos. Todos y cada uno, unidos para mayor gloria de la Santísima Virgen.

Quizás nos dejamos llevar por ese inconfundible olor a romero, la brisa mañanera que siente quien madruga por amor,  o ese sabor especial que tiene Sevilla los días de fiesta, pero, en cualquier caso, hace justo una semana volvimos a sentirnos orgullosos de ser hermanos de la Pura y Limpia Concepción del Postigo del Aceite y recorrer ese camino hacia Cristo nuestro Señor.