LA ÚLTIMA VECINA DEL POSTIGO

20 May LA ÚLTIMA VECINA DEL POSTIGO

El próximo domingo el Postigo del Aceite quedará un poquito más vacío. La Pura y Limpia Concepción, centenaria centinela de tan famosa puerta de Sevilla está ya acostumbrada a tantas idas y venidas, despedidas de muchos hijos y vecinos que han terminado por abandonar el barrio. A estas alturas, no debería conmoverla una partida más, una de tantas de quienes un día le hicieron diaria compañía en su coqueta morada y de los que guarda en su corazón el mejor de los recuerdos…siempre con ese amor de Madre.

Sin embargo, la de este domingo es de esas que cala en lo más hondo. Sentida como pocas, pone fin a más de 85 años de compañía, cariño y confidencias de tres generaciones. Muro con muro, cal con cal.

Este domingo se jubila nuestra querida hermana doña Ángela Goyguro, poniendo el cierre definitivo a la más famosa calentería de Sevilla. Aquella que puso su abuelo junto a la plaza de abastos del Postigo, hoy convertido en mercado de artesanía, y que heredó de su famosa tía Juana, la misma que el día que le traspasó los benditos arreos del puesto de calentitos le pidió a su sobrina que nunca le faltaran dos cosas: el delantal blanco siempre limpio y que diariamente le diese los buenos días a la Pura y Limpia Concepción.

Sin duda será un día entrañable en el que acompañaremos a nuestra hermana en el día que Sevilla despida ese olor mañanero a masa frita tan característico de nuestra Capilla, participando así de la iniciativa popular que se ha creado para poner el broche final a cinco generaciones de calenteros, tres de ellas en el Arenal.

Primero fue el despacho de aceite, la antigua tienda de ultramarinos, la carnicería de los Casas, la abacería de Vicente y tantos otros que han puesto ese punto familiar a la calle Almirantazgo. Hoy el puesto con más solera del Arco y el único superviviente del viejo mercado es el que pone punto y final a un trocito de la Sevilla eterna.

Con profunda pena y el mejor de nuestros deseos, este domingo se marcha la última vecina del Postigo, en la seguridad de que en sus paseos de jubilada seguirá dedicándole su diario saludo a la Pura y Limpia Concepción. «Buenos días, Madre». «Buenos días, Ángela».

(Foto. Antonio Soler).